¡Hola que tal, bienvenida y bienvenido! De antemano te agradezco el tiempo que le dediques a la lectura de las líneas que con placer iré escribiendo en el siguiente blog.
Mi nombre es Pablo, soy abogado, filósofo, psicólogo frustrado, teólogo, crítico político, buen amigo, a veces borracho, lector y escritor, me encanta compartir mis opiniones y conocimientos y tengo el más grande deseo de decirte que el presente blog hablará sobre libros, cine, la ley del mentalismo, chicas, chicos y como enfrento el día a día en mi vida con un toque de humor y mi clásico actuar sarcástico; sin embargo, no es sólo eso. En realidad voy a hablarte de todo en cuanto pueda, ¿porqué? ... Porque quiero... y porque necesito hacerlo, verás, te voy a explicar.
¿Cuantas veces te ha pasado que vas en carro, bus, metro, suburbano (para mi es casi lo mismo) o estas en tu casa, la escuela, el trabajo, reunión familiar (benditas reuniones familiares) etc., y de repente alguien suelta un comentario idioto (sí, escribí idioto, que tal si ofendo de más a alguien) que no te queda de otra mas que sonreír, fingir una risita incomoda, encogerte de hombros, voltear los ojos o simplemente darte la vuelta e irte? muchas ¿cierto?, y es que pareciera que en estos tiempos tan raros algunas personas o nuevas generaciones se están esforzando por ser más lerdos, por ser personas desafiantes a la coherencia y a la cordura, y que parecieran sentirse orgullosos de sus actuares o simplemente les vale si lo que dijeron es una reverenda...tarugada.
Y ¿qué hacemos la mayoría? ¡nos quedamos calladotes! y es que a muchos nos enseñaron desde chiquitos que es mejor callarnos por prudencia, ya que en alguien debía caber la misma; no obstante, existe un grupo reducido de héroes anónimos sin capa, que entran en nuestro rescate al callar al pelafustán o en el mejor de los casos hasta darle un muy bien merecido sape en la nuca.
Bueno, ahí entro yo, busco alzar la voz, de ya no quedarme en las sombras de la "prudencia" y el silencio, de compartir "mi humilde opinión" sobre los quehaceres diarios o los gajes del oficio para generar buenos temas de conversación, opiniones públicas, criterios amplios, sátiras light y naturalmente tratando de acompañar a mis escritos, como lo dije en un principio, de un poco de humor... quizás sarcástico.
Sin nada más por el momento, quedo de ustedes reiretandoles mis agradecimientos por el tiempo que se hayan servido a darle a la a esta -espero- breve presentación.
